¡Hola! Si dios quiere, este es nuestro último año en el instituto y
la mayoría de nosotros saldremos fuera a estudiar al año que viene. Este cambio
parece venir acompañado de una actividad que se realiza en la mayoría de residencias
de estudiantes de nuestro país y que tiene una especial repercusión en los
medios de comunicación en el mes de Septiembre. Estoy hablando de las famosas
novatadas.
El principal problema que se plantea es dónde colocar el
límite y establecer cuando esta práctica, pasa de ser un modo de que los nuevos
se conozcan entre sí, a una actividad pesada o humillante.
En el artículo de el diario El País “Cerco
a las novatadas” se da una visión sobre este fenómeno a través de casos en los que las novatadas
han resultado experiencias realmente traumáticas.
En estos ejemplos los nuevos estudiantes se ven coaccionados
por los mayores, ya sea psicológica o físicamente, y aparecen prácticas
realmente espeluznantes, que cuesta incluso creer como la ingesta obligada de
alcohol.
Por otra parte y atendiendo a anécdotas de amigos y
familiares que ya han pasado por esas “semanas de iniciación”, las novatadas en
la mayoría de los casos no pasan de ser actividades inocentes, las cuales
buscan romper esa barrera que existe durante
los primeros días entre los nuevos alumnos. Además muchas de estas
sirven para ir conociendo la nueva ciudad de residencia.
Dicho esto queda en el aire la pregunta sobre cómo actuar
hacia esta situación y cómo marcar el límite, de manera que se mantengan las
cualidades positivas y se eliminen las negativas de esta polémica práctica.
Espero que la entrada os haya resultado interesante. Un saludo.
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